Despertó a mi pareja de su siesta, mis manos explorando su delicioso pecho natural, encendiendo un viaje salvaje y rudo de la delicia matutina.Sus gemidos se hicieron eco mientras la llevaba al clímax estruendoso, dejándonos a ambos completamente satisfechos.
Mientras la despertaba, sus grandes tetas naturales comenzaron a rebotar.No pude resistirme y comencé a masturbar su coño.Ella gimió mientras se despertó y sintió mis dedos dentro de ella.Empezamos a follar con fuerza, y sus grandes tetazas seguían rebotando.Era una vista para contemplar.A ella le encantaba el sexo duro, y yo también.No parábamos hasta que ambos llegamos al clímax.Sus gemidos se convirtieron en gritos de placer mientras orgasmaba.Era la manera perfecta de comenzar el día.