El jefe Alyce Anderson me atrapa en una posición comprometedora y me reprende, luego procede a dominarme sexualmente. Me ata, me besa y me da una mamada salvaje. Es un encuentro kinky y lleno de energía.
El jefe Alyce Anderson me atrapa en una posición comprometedora y me reprende, luego procede a dominarme sexualmente. Me ata, me besa y me da una mamada salvaje. Es un encuentro kinky y lleno de energía.
Me sentía un poco abrumada por el trabajo, pero mi jefe parecía tener una solución.Quería que subiera a su oficina y le diera un pequeño masaje.Al principio dudaba, pero él insistió.En cuanto me puse de rodillas frente a él, comenzó a excitarse demasiado.Ató mis manos en mi espalda y me obligó a tomar su gran y vieja verga en mi boca.Fue una experiencia bastante intensa, y no estoy segura de si estaba lista para hacerlo de nuevo.Pero, oye, supongo que así ruedamos en la oficina.Soy Alyce Anderson, y no tengo miedo de explorar mi lado kinky.Así que, si alguna vez necesitas una buena mamada, solo me da un grito.
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